Las habilidades de los colaboradores, en el centro de la estrategia de las empresas exitosas 

La búsqueda para identificar, utilizar, validar, desarrollar y recompensar las habilidades como parte de las prácticas fundamentales de las personas es una tendencia establecida que está ganando impulso y muchas organizaciones comienzan a implementar este tipo de iniciativas.

Según una encuesta de Mercer en más de 60 países, hay un cambio positivo hacia la transformación basada en habilidades. De hecho, aproximadamente dos de cada tres empleadores afirmaron que ahora integran habilidades en el desarrollo profesional, adquisición de talentos y gestión del desempeño. Otras prácticas de administración de talentos donde pueden aplicarse las habilidades son en el aprendizaje, la trayectoria profesional y recompensas, así como también para la administración de sucesión, planificación de la fuerza de trabajo, proyectos y trabajos temporales y el diseño de trabajo.

En el centro de cualquier transformación exitosa basada en esta estrategia debe haber una biblioteca de habilidades, esto es, una lista simple y coherente de competencias aplicada a puestos de trabajo, que ayuda a gerentes y empleados a comprender mejor las prácticas esperadas de una función. Esta taxonomía constituye el pilar de las iniciativas de perfeccionamiento, nuevas habilidades y trayectoria profesional de la fuerza laboral.

Para que esa estrategia sea exitosa hay que evitar caer en silos de datos y la existencia de diferentes listas y clasificaciones en diferentes grupos porque pueden agravar el desafío de crear una base. Estas discrepancias dificultan las iniciativas de perfeccionamiento y nuevas habilidades que apoyan los movimientos laterales y diagonales dentro de la organización, lo que provoca bloqueos de talentos para las personas que tienen competencias adyacentes.

Cuando el enfoque basado en habilidades se aplica correctamente, ofrece beneficios tanto para empleadores como para empleados. Para las empresas, este abordaje permite fortalecer las capacidades de reclutamiento, contratación y retención de talento, así como aumentar la productividad y agilidad de la fuerza laboral, lo que resulta en un desarrollo del talento más efectivo y eficiente. Para el personal, provee una mayor transparencia sobre el progreso de su carrera y requisitos, expande un acceso más democrático al desarrollo profesional y al entrenamiento para habilidades demandadas en el mercado, así como aumenta el compromiso de la fuerza laboral.

Al lograr que las habilidades sean la piedra fundamental de las prácticas de talento, las compañías pueden conectar mejor los trabajadores con sus proyectos, ayudar a sus empleados a explorar diversos caminos de carrera profesional y ganar flexibilidad para colocar su capital de manera más eficiente según los objetivos y necesidades del negocio.

El futuro del trabajo está claramente orientado hacia las habilidades y las empresas que adopten este cambio estarán en una posición ventajosa. Implementar una estrategia de talento basada en competencias no solo responde a las demandas actuales del mercado, sino que también sientan las bases para un crecimiento sostenido y una innovación constante, permitiendo a las empresas mantenerse competitivas y relevantes.