Las mujeres y el derecho a la seguridad social 

Mujer en edad de jubilarse realizando fotografía

06 febrero 2023

La pobreza de las mujeres durante la vejez

Los sistemas de seguridad social, al proporcionar ingresos básicos en caso de desempleo, jubilación, invalidez, pensión por viudez y orfandad y determinadas responsabilidades familiares, como el embarazo, son el principal mecanismo de protección y garantía de bienestar económico.

4 factores que inciden negativamente en los derechos previsionales 

Existen 4 factores que inciden negativamente en los derechos previsionales de las mujeres:
  1. Menor nivel de participación femenina en la fuerza de trabajo con respecto a la masculina
  2. Considerable diferencia de remuneración entre los géneros
  3. Mayor probabilidad de tener una carrera más breve o con interrupciones
  4. Presencia excesiva de mujeres en el trabajo informal y vulnerable

Estos factores contribuyen a reducir las tasas de cobertura de las mujeres y el nivel de su beneficio previsional, y así aumenta el nivel de pobreza de las mujeres en la vejez con respecto a los hombres.

Es decir, las desigualdades en el mercado de trabajo y la falta de inclusión laboral se trasladan al ámbito de la seguridad social como desigualdad de cobertura contributiva.

Sumado a esto, el envejecimiento demográfico supondrá un importante desafío para los sistemas de protección social, y se trata de un fenómeno con un marcado sesgo de género.

En resumen, las mujeres se enfrentan a varios problemas: es usual que aporte menos cantidad de años de servicio y que sus aportes sean por remuneraciones inferiores a las de los hombres, dando como resultado beneficios jubilatorios inferiores, y además los percibirán por más tiempo, ya que su esperanza de vida es mayor. Todos estos aspectos influyen a la hora de hablar del bienestar financiero y de los diferentes desafíos que la mujer debe afrontar para alcanzarlo.

La falta de bienestar financiero durante la etapa laboral usualmente se refleja en tiempo de trabajo que se pierde pensando en las finanzas, produciendo una disminución en el compromiso y la productividad. Conlleva también comportamiento sedentario y poco sano, repercutiendo en la salud, incrementando los gastos médicos y el ausentismo.

Por todo lo anterior, los empleadores tienen la oportunidad de ayudar a las mujeres:

  • Incrementando el empoderamiento financiero, que no significa solamente ampliar el conocimiento financiero.
  • Ayudando a sus empleadas con los problemas financieros de corto plazo, pero también con su retiro a largo plazo.
  • Ofreciendo alternativas innovadoras para complementar el beneficio jubilatorio, considerando las circunstancias financieras, comportamientos, actitudes y necesidades femeninas.

4 factores que inciden negativamente en los derechos previsionales

  • Menor nivel de participación femenina en la fuerza de trabajo con respecto a la masculina

  • Considerables diferencias de remuneración entre los géneros

  • Mayor probabilidad de una carrera más breve o con interrupciones

  • Presencia excesiva de mujeres en el trabajo informal y vulnerable

Las desigualdades del mercado de trabajo se trasladan al ámbito de la seguridad social como desigualdad de cobertura contributiva.

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